Arqueos, tensiones y temblores.
Observar que se pone tenso y empuja hacia atrás, suponiendo un esfuerzo para los padres el controlarle, cuando se molesta o llora; muchas veces acompañado de temblores.
Observar que al estar boca arriba y llorar empuja con la cabeza y se arquea. La asimetría corporal constante.
Observar que al estar acostado su postura es asimétrica. La cabecita no está alineada con su cuerpo.
Rechazo insistente a estar en la postura de boca abajo.
Observar alta pasividad.
No mueve un lado de su cuerpo igual que el otro.
A partir de los seis meses sólo están boca arriba.
Ausencia de sedestación, es decir, no se sientan, no se mantienen ni dominan esta posición.
No han logrado el rolado o cambio de postura de boca-arriba a boca-abajo.
Una vez que logra la posición de sentado, el niño se mantiene todo el tiempo en la misma postura y no se observa intención de movimientos.
Se arrastra, pero el movimiento de sus brazos es lineal, no con alternancias y no mueve las piernas.
Se mueve sentado y así llega donde desea, pero no se coloca en 4 puntos.
Se arrastra, pero no alterna los movimientos de miembros, haciendo un patrón cruzado.
Se coloca de pie, pero no utiliza las piernas, lo hace con los brazos.
La bipedestación la hace con los pies en puntillas, suponiendo un esfuerzo apoyar los pies de manera correcta.
Camina de puntillas durante un espacio largo.
Camina con asimetría de su cuerpo o como si un lado de su cuerpo parece funcionar distinto al otro.
En estos casos, siempre teniendo en cuenta las etapas de desarrollo correspondientes a la edad del niño es conveniente consultar al pediatra y al especialista en neurodesarrollo.
Haz observado alguna de estas señales? Agenda una cita y te asesoro en el sano desarrollo de tu bebé. No esperes más tiempo si alguna de estas señalas o focos están presentes en tu bebé.
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