El Neurodesarrollo es un proceso altamente interactivo entre el bebé y su medio inmediato, que da como resultado la maduración orgánica y funcional del Sistema Nervioso: maduración cerebral, adquisición de funciones superiores y la formación de la personalidad.
El sistema nervioso genera diferentes respuestas en función de las situaciones y del medio ambiente en el que se encuentra.
¡En los dos primeros años la velocidad neuronal es máxima! Es cuando se hace “la obra de arte” en el cerebro.
Todo lo que el niño aprende posteriormente, está basado en los primeros años.
Mientras más temprano le brindes la experiencia a tu bebé, mayores son los beneficios, dado que, las neuronas que no consiguen su función mueren. Las experiencias que los niños tengan en sus primeros meses de vida y durante los seis primeros años, modifican la arquitectura cerebral.
Así que, es necesario que los padres sepan qué pueden hacer y cómo, porque el desarrollo cerebral también es más susceptible mientras está más pequeño el bebé.
En los primeros meses de vida se forman más de un millón de nuevas conexiones neuronales por segundo, después de este periodo de rápida proliferación las conexiones se reducen a través de un proceso llamado poda, que permite que los circuitos neuronales sean más eficientes.
Existen momentos claves para el desarrollo de determinadas habilidades o destrezas, existen periodos críticos y sensibles en el desarrollo infantil, conocer cuáles son estas ventanas y la manera correcta de activar los procesos, es lo que aprenderán en mi consulta.
Además, yo considero la individualidad, la propia historia y las características de tu hijo, porque el neurodesarrollo alcanzará el máximo potencial cuando las estrategias y el plan de atención, se fundamentan en su temperamento y en su particularidad.
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